martes, 27 de septiembre de 2016

¿Permanencia de las 2 Españas?


El Gobierno sostiene que exhumar a los golpistas Mola y Sanjurjo es “pretender ganar la Guerra Civil 40 años después”


El ministro del Interior en funciones, Jorge Fernández Díaz, descalifica la aplicación de la Ley de Memoria Histórica en Navarra
El Ayuntamiento de Pamplona acordó clausurar el panteón del Monumento a los Caídos y entregar a sus familias los restos de los generales, protagonistas del golpe militar del 18 de julio de 1936



El ministro del Interior en funciones, Jorge Fernández Díaz, señaló, sobre la exhumación de los restos de Mola y Sanjurjo de la cripta del Monumento a los Caídos de Pamplona, que "lo que interesa a España y a los españoles, a Navarra y a los navarros, es mirar al futuro, no mirar aquello que nos divide, sino mirar aquello que nos une", según informó Europa Press.

Fernández Díaz, preguntado por los periodistas por la decisión adoptada por el Ayuntamiento de Pamplona, afirmó que ha seguido este debate con "interés" y recordó que fue ponente por parte del PP del debate de la ley de Memoria Histórica en el Congreso de los Diputados, por lo que, según dijo, "ese tema" lo conoce "bien".

"Repito lo que dije con ocasión de ese debate. La Constitución del 78 con razón fue llamada la Constitución del consenso, la Constitución de la concordia. Los constituyentes que venían de muy diversos lugares se pusieron de acuerdo en mirar hacia el futuro, en lugar de estar mirando hacia el pasado, buscar la reconciliación y, sobre todo, que no se volvieran a reproducir las circunstancias, las causas que llevaron a la tragedia y al drama de la Guerra Civil y posteriormente", resaltó.

Por ello, consideró que "hay algunos que pretenden ganar la Guerra Civil 40 años o no sé cuantos años después de haber terminado en el año 39" y defendió que "lo que interesa a España y a los españoles, a Navarra y a los navarros, es mirar al futuro".

"Eso es lo que pretendieron los constituyentes con gran altura de miras, eso es lo que pretendió la Constitución, y no que nos estemos echando unos a otros hechos dramáticos y tristes que sucedieron ya hace muchos años", sostuvo.




infoLibrePublicada 21/09/2016 a las 16:54Actualizada 22/09/2016 a las 00:38

jueves, 22 de septiembre de 2016

Cuestión catalana

Del 6 de octubre al 9 de noviembre


Como todos sabemos, Cataluña tiene de todo. Incluso un mito insurreccional, fraguado sobre la historia de un momento trágico y excepcional, en que tropas armadas a las órdenes del Gobierno catalán se enfrentaron breve pero cruentamente con tropas a las órdenes del Gobierno de la República Española. Fue en 1934, el 6 de octubre, cuando el presidente Lluís Companys proclamó el Estado Catalán de la República Federal Española desde el balcón de la Generalitat en la plaza de Sant Jaume.

La intentona duró apenas unas diez horas, que arrojaron un terrible balance, solo disminuido por las dimensiones de la carnicería que se avecinaba apenas a dos años vista con la Guerra Civil. Fueron 74 los muertos y 252 los heridos, entre cuatro y siete millares los detenidos, entre ellos el Gobierno catalán en pleno con su presidente a la cabeza, así como el alcalde de Barcelona, numerosos funcionarios, diputados, cargos públicos y dirigentes políticos y sindicales. La autonomía fue intervenida, el Parlamento quedó suspendido, fueron prohibidos los principales periódicos catalanistas, se reinstauró la censura sobre los otros y dos militares se hicieron cargo de la presidencia accidental de la Generalitat y de la comisaría de Orden Público.

La insurrección catalana fue un episodio más y no el más grave de una intentona revolucionaria de mayor alcance contra el Gobierno derechista surgido de las elecciones de 1933, que tuvo en Asturias su capítulo más cruento. Pretendía frenar el fascismo pero dio pie en cambio a una brutal regresión de la democracia y del autogobierno catalán de la que Cataluña apenas se recuperaría durante unos pocos meses, antes de caer en el caos y el desgobierno de la Guerra Civil.

Esta vez no es el balcón presidencial sino el parlamento donde se produce la proclama
Sobre las diferencias de circunstancias entre 1934 y hoy no hace falta extenderse, porque casi todo es distinto, la época y las sociedades. Esta vez no es el balcón presidencial sino el parlamento donde se produce la proclama o acontecimiento inicial. No hay ahora una proclamación unilateral de la independencia con pretensiones de efectos inmediatos, sino una declaración que anuncia la ruptura o desconexión diferida o a plazos con la legalidad constitucional y la desvinculación de la autoridad del Tribunal Constitucional. A diferencia de los violentos años 30, todo parece jugarse en los límites de la acción democrática y pacífica, en manifestaciones cívicas, en los medios de comunicación, en la actuación de los Gobiernos y los parlamentos o en los recursos a los tribunales. Aunque unos y otros pronuncian palabras graves y duras, más o menos eufemísticas, como desconexión, ruptura, insurgencia o rebelión, nada de momento sitúa la confrontación en el plano del uso de la fuerza. Y lo que menos lo permite es precisamente el contexto europeo, la desaparición de las fronteras y las soberanías compartidas —la disolución precisamente de la idea de independencia nacional— bien distinto al de la época de los nacionalismos agresivos, la escalada armamentística y los totalitarismos.

Pero también hay semejanzas. La mayor, probablemente la más insidiosa para la democracia y la que más se ha subrayado, es que se trata en ambos casos de una ruptura con la legalidad por parte de una institución surgida de la propia legalidad constitucional. En los dos casos se confía en la acción unilateral para modificar la relación con el resto de España, sin una negociación ni un acuerdo previo. Tal como han señalado algunos historiadores, Lluís Companys no pretendía la separación, sino repetir la jugada de Francesc Macià el 14 de abril de 1931, cuando proclamó la República Catalana dentro de la Federación de Repúblicas Ibéricas, adelantándose así a la proclamación de la República en Madrid por parte de Niceto Alcalá Zamora, para conseguir con ello una negociación posterior, que es la que desembocó en el Estatuto de 1932; nada muy distinto a lo que pretende ahora Artur Mas, que quiere forzar una negociación tirando millas en el camino de la independencia unilateral.

Lluís Bassets
El País 10-11-2015

Independencia de vuelta

De Bolivar a Bolibar

viernes, 16 de septiembre de 2016

citas de Fernando VII



Del Rey deseado al Rey felón
Era al hombre que todos querían como ReyTras la aprobación de la Constitución de Cádiz y con una guerra a punto de finalizar con la derrota de las tropas napoleónicas, todos los españoles ansiaban que Fernando el deseado llegara a España para ser proclamado Rey con arreglo a la mencionada Constitución.

“¡Vivan las cadenas!”.
Se remonta a 1814 y pertenece al pueblo, que en oposición al “¡Viva la libertad!”, quiso expresar su adhesión al rey Fernando VII (1784-1833), cuando éste estableció el poder absoluto, a su vuelta del destierro.


"Marchemos francamente, y yo el primero, por la senda constitucional"
Fernando VII, que en 1820 fue obligado a jurar la Constitución de Cádizpronunció su famosa frase. El 1 de enero de 1820 el teniente coronel Rafael de Riego dio comienzo al Trienio Liberal, donde los liberales se impondrán en España.


“Los mismos perros con distinto collar”.
Frase de Fernando VII (1784 – 1833) al pasar revista a las tropas en 1823. Cuando los soldados se presentaron delante del rey, éste se sorprendió al ver que el nuevo ejército realista estaba formado por los mismos liberales del Trienio.


“Así se las ponían a Fernando VII”.
Los cortesanos de la camarilla del rey, cuando jugaban con él al billar le ponían las carambolas fáciles para hacerle creer que era un experto jugador y así tenerle contento.

martes, 13 de septiembre de 2016

31 de agosto

Pocos hechos habrá en la historia donostiarra que resulten tan evocadores y tan sentidos para los habitantes de la ciudad como el acaecido el 31 de agosto de 1813, en el contexto de la guerra de la independencia contra las tropas napoleónicas. El asalto, las violaciones, el incendio y la destrucción del recinto urbano sigue conmemorándose cada año por los vecinos de la Parte Vieja, en una fiesta sencilla y entrañable.

En verano de 1813, Donostia e Iruña eran las únicas plazas fuertes que resistían a manos de los franceses, por lo que se convirtieron en objetivos prioritarios. Sin embargo, las tropas dirigidas por Mendizábal, acompañadas por los tres batallones guipuzcoanos de Aranguren, Larreta y Calbetón, no eran suficientes para desalojar a los enemigos, por lo que fueron las tropas anglo-portuguesas las que se hicieron cargo de la operación. Pese a los bombardeos previos y la toma del cerro de San Bartolomé, el gobernador de la plaza rehúsa todo parlamento. El 22 de julio, se abre en la muralla una brecha (de ahí el actual topónimo), así como otras aperturas más, y se procede a reforzar posiciones y al minado de la muralla. La defensa, feroz ante el ataque del 25 de julio, acabó en matanza, favorable a los defensores, tanto, que hasta los heridos ingleses fueron acogidos por los franceses.

El ejército inglés opta entonces por un bloqueo total. El asalto final se da el 31 de agosto, apoyado en la artillería y a través de las brechas abiertas con anterioridad. La tenacidad francesa y una segunda línea de defensa impiden nuevamente la toma de la ciudad. El resultado de la operación apuntaba a un nuevo desastre inglés; pero la explosión de un depósito de pólvora desbarató la línea defensiva. Este hecho, y la falta de tropas de reserva francesas, cambian el curso del asalto. El repliegue francés a los espacios interiores no llega ni a materializarse: el enemigo se refugia en el castillo de la Mota, y la ciudad queda en manos de ingleses y portugueses.

A las víctimas militares se añade el saqueo, la quema del archivo, la destrucción de casas… Como remate, los asaltantes dieron fuego a la ciudad, de la que sólo se salvó la calle que hoy conocemos como 31 de agosto. Tras varios días de incendio, de los 7.000 habitantes de la ciudad puede que sobrevivieran entre 3.500 y 4.000, hambrientos y desnudos.

El 8 de septiembre se reunieron los vecinos sobrevivientes en Zubieta, aldea próxima a San Sebastián. Su resolución inauguró un nuevo momento histórico para la ciudad, marcado por el deseo de reconstrucción. Así, las obras de desescombro se iniciaron inmediatamente. En diciembre ya se había constituido una Junta de Obras encargada de la reedificación.

Pedro Manuel de Ugartemendia, discípulo del afamado arquitecto Silvestre Pérez, fue el encargado de llevar a cabo el proyecto urbanístico, que presentó al Ayuntamiento en mayo de 1814. Siguiendo a Carlos Sambricio, podemos decir que despojaba a San Sebastián de su valor militar, insistiendo en el carácter comercial de la ciudad. En vez de proponer reconstruir sobre el viejo trazado (plaza rectangular central y calles cortadas ortogonalmente), concebía la nueva trama urbana en torno a una plaza central octogonal, reservada para los servicios públicos, en la que confluían en estrella ocho calles. Rodeaba el conjunto un trazado de base rectangular. Su proyecto no satisfizo a la Corporación, debido, principalmente, a la oposición de los propietarios de los solares. Así, se acometió una reconstrucción que reproducía el plano de la ciudad anterior, estableciendo sólo ligeras alteraciones en algunas calles.

Los trabajos se prolongaron hasta la completa reconstrucción en 1849. En 1857 se iniciaron las negociaciones para el derribo de sus murallas.

http://www.gipuzkoamuseobirtuala.net/teselas_t.php?id_teselas=205






Donostian gertatu zena ulertzeko azalpen eskematiko bat idaztea. Agian ez dira historia ulertzeko 10 punturik garrantzitsuenak, baina badira ni harritu nauten hamar gauza, eta susmoa dudana, jendeak ez dakizkienak. Esan gabe doa, gehiago jakin nahi duenari, Donostia 1813 liburua irakurtzeko gomendatzen diodala.
1- Pixka bat kokatzeko, esan, 1790. hamarkadaren amaierarako, 36ko gudan bezala, “probintzia traidorea” izendatu zutela Gipuzkoa Espainian, okupatzaile frantziarrari erresistentzia handirik ez jartzearren. Bertako agintariei “espainiartasun falta” aurpegiratu zieten eta Donostiako Michelena alkatea eta beste zenbait kide atxilotu egin zituzten 1796an horregatik. Iruñeko kartzelan sartu zituzten eta gerra-kontseilua egin zieten. Gutxigatik libratu ziren heriotza zigorretik.
2- Jada 1813ra etorrita, bi hilabetez setiatu zuten Donostia portuges eta britainiarrek. Barnean tropa frantziarrak zeuden. Frantziarrek ongi defendatu omen zuten euren posizioa, eta murruetara heldu nahian portuges asko eta asko hil omen zituzten tiroka. Azkenean espainiarren aliatu ziren portuges eta britainiarrek hirira sartzea lortu zutenean, frantziarrek posizioak utzi eta Urgull mendian gora egin zuten ihes. Beso zabalik hartu zituzten herritar gehienek kanpotik zetozenak “askatzaileak” bailiran, baina hauei tiro eginez erantzun zuten soldaduek, orduko dokumentuetan kontatu denez. Hainbat lekukok kontatu zuten tropa portuges eta ingelesek esan zutela Espainiako Castañosen aginduak zituztela, “denak hil eta topatzen zuten guztia suntsitzeko”. Garaiko egunkarietan ere islatzen da halakorik. Wellington eta Alava generala dira, aurretik aipatu Castañosekin batera, gertatutakoaren arduradunak. Inoiz ez du inork barkamenik eskatu orduan egindako astakeriengatik, ezta kalte-ordainik eman ere.
3- Adin guztietako emakumeak bortxatu zituzten animaliak bezala iritsi ziren soldaduek. Aurka egiten saiatu zen edonor tiroz hil zuten, beraz, nahi zutena egin zuten ondorengo egunetan. Donostiarrei beren diru guztia lapurtu zieten, eta liburuan jasotzen denez, batzuk torturatuta hil zituzten ez zietelako sinesten eman zieten dirua benetan zuten guztia zela. Abuztuaren 31ko gauean emakumeen garrasiak bakarrik entzuten omen ziren hirian, bortxatzen ari ziren emakumeen garrasiak. Beste guztia, isiltasuna.
4- Hiriari su eman zioten eta oso etxe gutxi salbatu ziren, 600dik 35. Gehienek dena galdu zuten, eta etxeetan oso modu miserablean bizi izan ziren pilatuta. Zutik zeuden etxeetan (egungo abuztuaren 31 kalea), militarrak sartu zituzten dena galdu zutenekin batera bizitzera, oraindik mingarriago eginez egoera, bortxatzaileak bortxatuekin batera biziaraziz.
5- Donostiako Udalak eta Gipuzkoako Aldundiak porrot egin zuten ekonomikoki. Dena galdu zuten, eta ordura arteko idatzi guztiak erre ziren egun haietan. Hiria suntsitu zuten espainiarrekin bat eginda zeuden portuges eta ingelesek, eta hala ere, Donostiako Udalari “Guda zerga” ordainarazten zion Espainiako Estatuak bere militarrak mantentzeko. Udalak, noski ez zuen ordaintzen, ez baitzuen dirurik, eta hurrengo urteetan zorra erreklamatu zioten, hau kitatu arte. Bitartean, jendea gosez eta gaixotasunez hil zen Donostian.
6- Donostiarrak erabat lur jota geratu ziren zigorgabetasun osoz egin zieten guztia ikusita, eta Espainiako estatuko parte izan arren, Madrildik begi onez ikusten zutela ikusita, bakardade eta injustizia sentsazioak hartu zituen donostiarrak. Hainbat urte beranduago, egun haiek bizitu zituzten ia 80 pertsonaren testigantzak bildu zituen udalak, behintzat idatzita gera zedin han gertatu zena eta etorkizunean norbaitek salatuko zuelakoan. Liburuan udalak jasotako lehen lekukoaren testigantza dago transkribatuta eta benetan ikaragarria da. Xehetasun bat ekartzeko, lekukoak dio San Geronimo kalean barrika bati hankak eta besoak lotuta, adin txikiko neska bat zegoela lotuta, bortxatu izanaren zantzuekin eta tripak irekita. Egun haien krudeltasunaren adibide bat.
7- Gernika bonbardatu zutenean, hiriari su errepublikazalek eman ziotela esan zuten bezala, Donostiari su frantziarrek eman ziotela adierazi zuten Wellington eta konpainiak. Donostiako triskantzari buruz ez zuten sekula askorik hitz egin.
8- Negu hori oso gogorra izan zen. Etxerik gabe, gaizki elikatuta eta higiene falta nabarmenarekin, malaria gaitzak eragin izugarria izan zuen eta 1813 eta 1814ko udaberria bitartean jende asko hil zen
9- Ez dago zifra zehatzik zenbat jende hil zen abuztuaren 31tik aurrerako tragedia honetan. Udalak 1.600 pertsona hil zirela esan zuen handik hilabete batzuetara, eta badirudi, gerora zenbaki hau frogatu dela.
10- Horrenbeste heriotza eragin zituen setioaren 50. urteurrena ospakizun gisa antolatu zuten garaiko agintariek, Donostia frantziarren eskuetatik askatu izan balute bezala. Mendeurrena ere antzera joan zen 1913an, eta frankismo betean ospatu zen 150. urteurrena ere espainiartasunaren gorespena izan zen 1963an. Oraindik ez da ekitaldi ofizialik egin bertan gertatua duintasunez kontatzea xede izan duenik. Datorren urtean izango dugu aukera berri bat, eta ikusiko dugu ea Udaleko alderdiek zer jarrera hartzen duten. Badirudi, historiaren irakurketaren talka izango dugula, bestela, ikusi El Diario Vascon Álvaro Aragónek argitaratu duten artikulu hau Egañari besteak beste “aficionado” deitzen diotena, edo Irutxuloko Hitzan Josu Tellabided ateratako hau.
[Artikulu hau Lander Arbelaitzen blogean bi artikulutan banatua topatuko du irakurleak]



Guerrilla heterogénea






Fernando VII


Cruzada


Guerra de independencia


Las dos Españas

Las “Dos Españas”. Término con gran actualidad

Las dos Españas es concepto que ilustra muy bien la división de la sociedad española a lo largo de los siglos XIX y XX. El concepto se acuñó durante la Guerra de Independencia (1808-1814) y se ha popularizado estando presente incluso hoy día en el imaginario español.
“Españolito que vienes
al mundo te guarde Dios.
una de las dos Españas
ha de helarte el corazón.”
Antonio Machado es prueba de la actualidad del concepto que ha ido matizándose con el tiempo pero, a mi ver, representando la misma idea de división de los españoles.
Lo vemos de forma clara durante la Guerra de Independencia, el reinado de Fernando VII y las Guerras Carlistas (1833-1840, 1846-1849 y 1872-1876) en el siglo XIX y ya en el XX de forma aún más clara si cabe en la Guerra Civil (1936-1939) que supuso el gran enfrentamiento fratricida entre estas “dos Españas” que parecen irreconciliables.
En términos generales podríamos definir las dos Españas de la siguiente manera:
  • Una España antiliberal que podríamos denominarla nacional y católica ya que se identificaba a la nación española con la religión católica y, en el siglo, con un rey absoluto. Era encarnada por la iglesia, la aristocracia y una monarquía celosa de sus prerrogativas además de por un populacho que hacía suyo el lema “¡Vivan las cadenas!” en contraposición al lema “¡Viva la libertad!” de los liberales.
  • Otra España, de las Luces, que se vinculaba a las ideas de la Francia revolucionaria y estaba encarnada por los regímenes liberales constitucionalistas y propugnaba una separación de poderes y un acercamiento al laicismo y la libertad de expresión.
Debo decir que estas definiciones pecan de ser simplistas y no totalmente ciertas pues había una gran cantidad matices y divisiones en ambos grupos y aunque hacer generalidades no sea muy efectivo he considerado plasmar estas definiciones para hacernos una idea, aunque vaga, de los motivos de división a lo largo de la Guerra de independencia.
Estas dos Españas pugnaron permanentemente por imponer sus respectivos proyectos. Unos lo harán para instaurar el constitucionalismo y  la revolución liberal burguesa y otros para evitar lo inevitable, la caída de la monarquía absoluta en un contexto contrarrevolucionario.
Santos Juliá expone que este concepto se creó a partir de las dos visiones de la Guerra de Independencia: una liberal que lucha por unos derechos constitucionales y otra reaccionaria que lucha en defensa de la unidad religiosa y contra el invasor. Pero este contenido cambió con el tiempo así en 1914 José Ortega y Gasset contrapuso una España tradicional con otra joven y nueva; una legal y oficial con otra real y verdadera que era asfixiada.
Con motivo de las elecciones de febrero de 1936 la gran diferencia entre derechas e izquierdas era muy grande y acabará tornándose en conflicto armado en la Guerra civil (Aún así creo que la guerra civil se podría haber evitado pero desde la derecha más reaccionaria se intentó crear un clima propicio para un levantamiento). Estas dos Españas habían cambiado de definición pero el concepto siguió siendo válido para demostrar las posturas de ambos bandos.
El franquismo justificó la Guerra Civil y la posterior represión por la necesidad de luchar contra: “una nebulosa conspiración de comunistas, anarquistas, masones y separatistas que pretendía acabar con la verdadera España, la nacional y católica”.
En cualquier caso la idea de las dos Españas continuó como refleja en 1957 el historiador Ramón Menéndez Pidal: “Dos [Españas] son, por desgracia, y siempre dos en cada parte. Aquí tenemos la mitad de la mitad enfrente una de otra, lo mismo que entre los exiliados”.
¿Existe una tercera España? La transición trajo una democracia que quería alejarse de cualquier bando por lo que se recuperó un concepto creado por Salvador de Madariaga en 1958 reivindicando así una Tercera España ajena a los bandos de la guerra. Personalmente creo que está tercera España no existe.
Hoy día la idea de las dos Españas permanece en el imaginario colectivo nutrida tanto por el bipartidismo político PP-PSOE, como por la percepción de la Guerra Civil y del franquismo que impera en algunos sectores tanto de la derecha como de la izquierda preocupados por reafirmar viejas tesis. Creo que esta división no ha finalizado ya que la mayor parte de la sociedad española sigue sintiendo afinidad por una de estas dos Españas alejando por tanto el concepto de una tercera España unida con unos valores más o menos similares.
Esta división posiblemente sea una gran diferencia entre nuestro país y otros que han sabido construir una historia común y que, pese a tener ideologías distintas, han sabido superar viejas rencillas y sentirse todos parte del todo. En España esto no pasará por el momento ya que nuestras heridas aún no han finalizado del todo, debido en parte a que la transición no supo curarlas sino enterrarlas.
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